Poema 2

Los muertos están
bien callados.
Ya no hablan
ni hacen el amor.
Yo como ególatra
de mi sombra
escribo este poema
para dejar en la
memoria ajena
constancia
qu existo...
como mi sombra
que también existe
en la medida
que deseo verla
con vida
junto a mi siempre
por su puesto
que mi sombra se
evade...
No desea ser mi
segunda amiga
ni el espíritu que
me sigue.


Existen otros seres
y los veo
en sus contorsiones
parecen humanos
y no hablan
no deseo llenar
mi memoria
de palabras infieles
de otros
¿qué más fieles
que mis propias palabras?
que escucho en el
cementerio a las
cinco de la mañana
cuando aún no suenan
los relojes
ni pasa el camión
de la basura
ni gritan las gaviotas
ni pasan los obreros
a sus trabajos.
Sólo este olor a café
con gusto al amor
leve y humano
y lo es en su olor
y comienzo del día.


Existen seres en jaulas con barrotes
como animales
y no son libres
como los muertos
del cementerio
a quien yo escribo
este homenaje
a mis amigos muertos
que son mis vecinos
silenciosos y fieles
en la amistad compartida
en mi casa
frente al cementerio.